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Música con Hongos: la sinfonía oculta de la vida

Foto: Microteca

¿Crees que es posible vincular el arte con la justicia ecológica? bien podría ser la evolución fundamental del arte en el presente... abrirse a las especies vivas, abrirse a la vida y a la naturaleza"

Me adentré a un cuarto oscuro, en el fondo había una pantalla que destellaba imágenes de micelio en expansión y plantas emergiendo de semillas diminutas. Enfrente de mí y al centro del escenario se posaba un cultivo de pleurotus con sus setas imponentes. “Mira, inténtalo” me dijo Silvia y me dio un par de cables, “acarícialo” y me atreví a tocar los sombreros lisos de aquel hongo… parecía que el micelio susurraba en tonos bajos y eléctricos, me hacía sentir conectada a él desde un sentido inexplorado: el oído.

El pasado sábado 29 de marzo en el LABNL se convocó a la población a disfrutar del festiLAB. Una de las atracciones era el dispositivo biomúsical de Microteca, un proyecto colaborativo co-gestionado por Silvia, Paola, Mar, Mauricio, Ela, Denisse, Valeria y Miguel. Este proyecto inició el año pasado con la finalidad de crear un dispositivo para cultivar setas y germinar semillas en casa, facilitando así la producción de alimentos en espacios pequeños. Hoy en día el proyecto tomó un paso más hacia la experiencia bio-sintiente.

La intersección de saberes en arte, tecnología y biología hicieron posible un dispositivo capaz de traducir la energía eléctrica presente en los cuerpos con agua en sonidos musicales.

Pero... ¿cómo funciona?

Mar, integrante de Microteca nos responde: “Los hongos y las plantas tienen agua dentro de ellas… eso es energía bioeléctrica, por medio de un arduino y otros componentes, esta energía se pasa de análoga a digital y ya siendo digital, por medio de un sintetizador se interpreta, por eso le podemos poner diferentes sonidos que solamente suenan cuando el sensor está en contacto con la planta, el hongo o cualquier ente que tenga agua”

¿Qué efectos podría tener en nosotros el darnos cuenta que podemos escuchar a los hongos y a las plantas? Nos recuerda que están presentes, como me dijo Mar “es un recordatorio de que están vivas, están ahí…entonces me pregunto ¿acaso solo escuchando a otro ser nos da la capacidad de reconocerlo como “vivo”? ¿si no lo escuchamos, significa que no está ahí? si bien, no lo pienso así, considero que el oído, como sentido y la música cómo conector cultural y emocional pueden fungir como un grito metafórico de aquellas especies invisibilizadas para que por fin, las volteemos a ver y nos demos cuenta que no estamos solxs.

Si bien, veo una necesidad de regresar a los ciclos lentos naturales de la tierra, a la contemplación, la quietud y la paciencia, veo un gran potencial de creación en la traducción de estos sonidos miceliares a lo digital. Creo que pueden ser un catalizador para vernos en lo más que humano y reconocer nuestros lazos extendidos a través de las vibraciones musicales, sobre todo, pensando en los contextos digitales en los que nos tocó nacer y desarrollarnos.

Tal vez escuchando el agua que recorre el cuerpo de los hongos, las plantas y los animales (incluidos nosotros), sirva de recordatorio sobre lo vibrante y dinámica que es la vida y sobre todo, que sin agua, no hay impulso que haga escuchar nuestra voz… la voz de la vida.

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Alex Espitia Pérez
Alex Espitia Pérez
Soy fungicultora y micóloga autodidacta desde el 2020. Inspirada en la ecología política incursioné en el activismo medioambiental desde el 2024 y fundé Mycocultura en el mismo año. Actualmente me dedico a la divulgación del mundo de los hongos que habitan en Nuevo León desde un enfoque multiespecie con ayuda de mis colegas micólogas.

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